Richard
Prost: Una mirada contra el olvido
«Esto
no es la Historia con 'H' mayúscula.
Esto es la historia de hombres y mujeres
Que hicieron y hacen
Camino al andar»
Un outre futur
Cargados
con un pequeño equipo de cámara e iluminación,
Richard Prost y Andrés (un compañero valenciano que trabaja
con él en París y que, entre otras muchas actividades,
nos sirve de intérprete, aunque Richard entiende bastante bien
el castellano) han realizado recientemente una breve pero intensa visita
a Madrid. El realizador de Un outre futur (Otro futuro, un extenso y
extraordinario documento audiovisual sobre la historia de los anarquistas
en nuestro país) ha iniciado una nueva aventura documental, su
título: Un cine bajo influencia. Se trata de realizar un análisis
y una reflexión sobre la producción cinematográfica
en España durante los años de la guerra civil y la primera
posguerra (1936-1941), abarcando a todos los bandos. El trabajo es arduo
y el tiempo ínfimo.
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De
izquierda a derecha; Richard Prost y Antonio Artero |
De los
cinco días que han estado, un gran número de horas las
han pasado frente a las pantallas de visionado de la Filmoteca española,
ayudados por Ferrán Alberich, gran estudioso del tema y restaurador
de la película Carne de fieras, rodada por nuestro compañero
Armand Guerra en julio de 1936 (gracias a CNT no se interrumpió
el rodaje a pesar del estallido de la guerra); allí han seleccionado
el material que han podido en tan poco tiempo. Una breve visita a la
Fundación Anselmo Lorenzo, otra a la sede de CNT; profundas e
interesantísimas entrevistas al propio Ferrán, a Carlos
Saura y a nuestro compañero Antonio Artero (que explicó
con gran lucidez la colectivización de la industria del cine
por el Sindicato Único de Espectáculos durante la Revolución
Española), y algunas tomas de lugares específicos de Madrid
relacionados con la guerra, completaron su estancia aquí.
Entre tanta
actividad conseguí un pequeño hueco para hacerle una entrevista
a Richard con la ayuda de Andrés. Me inquietaba cómo un
francés sin relación familiar ni ningún tipo de
lazo natural ni educacional con España podía tener tanto
interés en investigar nuestra historia (nuestra verdadera historia,
siempre silenciada y tergiversada por el Poder).
Richard
tiene hoy cuarenta y dos años, procedente de un medio obrero
me habla de sus primeras lecturas anarquistas a la edad de dieciséis
y diecisiete. Poco más tarde, mientras estudiaba en la Universidad,
dedicaba los veranos a trabajar en una fábrica siderúrgica
llamada Usinor, allí aparece su vocación por el documental,
como un arma contrainformativa de los obreros. Así, en 1983,
rueda con la ayuda del S.L.T. (Sindicato de Lucha de los Trabajadores)
En el país de Usinor, una clara denuncia de los terribles y numerosos
accidentes laborales que se producían en la fábrica.
Gracias
al S.L.T. y a este documental entra en contacto por primera vez con
anarquistas españoles exiliados en Francia, conoce así
a Serge Utge Royo, un anarquista catalán cantante que compone
la canción para la película, este le relaciona con los
exiliados de CNT en Toulousse, y él, fascinado por las vidas
de aquellos hombres y mujeres ya de avanzada edad, comienza a concebir
junto a ellos su gran obra Otro futuro. Durante 1984-85 trabaja en el
guión junto a Aimé Marcellán.
De 1985
a 1989, durante cuatro largos años con grandes limitaciones por
la falta de dinero, realiza las tres primeras partes, que comprenden
toda la historia del anarquismo español, desde sus orígenes
en la segunda mitad del siglo xix hasta la Revolución y la Guerra
Civil en las que se hace especial hincapié. Posteriormente realiza
la cuarta parte, que abarca desde el final de la guerra, el exilio y
la resistencia en Francia hasta la legalización en 1977 con los
mítines de Montjüich y San Sebastián de los Reyes.
«Se
trata de una experiencia más que enriquecedora -nos explica Richard-
una experiencia que transforma y hace más rica la vida de una
persona. Era gente mayor que tenía mucho que ver conmigo y con
mi forma de pensar. Yo era joven (terminé el documental con treinta
y dos años) y ellos eran gente muy mayor que tenían mis
mismas ideas. Gente que ha guardado un ideal durante toda su vida y
que sabe transmitirlo sin tapujos, claramente. Gente mayor muy joven.»
Finalmente hablamos de su nuevo proyecto: Un cine bajo influencia. La
idea surge en 1985, cuando ve por primera vez las cuatro películas
de ficción producidas por la S.I.E. films durante la Revolución.
Entusiasmado
se empeña en dar a conocer integralmente estas películas
en Francia, por fin en el año 2000 aparece la ocasión
con una compra por parte de Cineclassic y, paralelamente, se ofrecen
los medios para este nuevo documental.
«Se
trata de una nueva mirada sobre el cine de la Guerra de España.
Hasta ahora siempre se ha utilizado este material desde el punto de
vista político, como parte del discurso de los diferentes bandos.
Nosotros nos alejamos del eje político. Trabajamos sobre la estética
de estas imágenes. Busco hacer un análisis fílmico
como cineasta y provocar una reflexión. Estas películas
están a la misma altura técnica y artística que
el resto del cine europeo de la época. Se trata de un trabajo
riguroso, no objetivo, creo que todo cineasta debe reivindicar su subjetividad»,
concluye Richard.
Evidentemente,
al margen de su temática (y también gracias a esta) el
cine español de la época contribuyó a la nueva
búsqueda del lenguaje fílmico que se produjo con la llegada
del sonoro. Así, por ejemplo, entre nuestras películas,
Aurora de Esperanza se puede considerar claramente precursora del Neorrealismo
y Nosotros somos así es una película única que
por su originalidad debería brillar con luz propia en la Historia
del Cine.
La labor
es inmensa y el tiempo muy limitado (el documental debe estar terminado
en octubre). La duración, 52 minutos, es demasiado pequeña
para la extensión del tema (deberían hacerse varios capítulos).
A pesar de ello conocemos la capacidad de Richard y sabemos que hará
un trabajo excelente.
Pablo
Nacarino